(Recomendadísimo leer lo sieguiente escuchando esto: http://www.youtube.com/watch?v=BxzEeKfpyIg)
1. Lo que antes fue: muchos conceptos misteriosamente desconocidos, ahora se ha convertido en: muchos conceptos de los que desconozco detalles moleculares.
2. Extraño el aire ochentero que tenía el campus que ahora poco a poco está desapareciendo; desde cambiar la apariencia de los laboratorios y aulas que antes mostraban en las paredes las tuberías del aire o de la luz; los colores santurrones de las paredes, los pasillos angostos, las ventanas amplias, techos altos, pretiles de concreto recubiertos de azulejos... en fin, todo cambia para bien y en realidad alguien más se enamorará de esos nuevos estilos tanto como yo de los anteriores.
3. Extraño ir de un lado para otro buscando la clase y en el inter hacer las mismas preguntas a las mismas personas "¿qué clase te toca?" "¿con quién la llevas?" aunque ni supiéramos--- bueno aunque yo ni conocía la mitad de los doctores; o pasar a la cafe o ir a imprimir copias de cualquier cosa que leer o simplemente estar gastando el tiempo en las mil y un jardineras.

Siempre me gustó también registrar los horarios cada semestre cuando involucraba acudir al campus; ver a todos reunidos después de la mitad de las vacaciones, vernos esperar, berrear por no tener lo que quisieramos; pasar la mañana y tarde entera ahí.
5. Extraño salir por la noche de las clases y cruzar el centro de la ciudad todos los días, simplemente era bellísimo.

La ruta del camión que la mayoría de las veces usé pasaba y pasa aún por calles de la misma categoría pero después sigue por algunas calles de la Guadalajara colonial para luego pasar a la GDL contemporánea; es así que cada noche me daba un tour generacional. Era mucho más placentero hacer ese viaje en camiones que tenían en la parte posterior asientos altos; los detalles exteriores se veían mejor y el aire te golpea la cara.
6. Extraño tner la impresion de tener la obligación de desvelarse para ser el mejor--- esperen, eso aún lo siento pero ahora ya no me cuesta lo que en aquellos días y eso cambia muchas cosas.
7. Extraño llegar por la tarde a la escuela; el sol pegaba donde estuvieras parado y era la excusa perfecta para tomar algo frio y fumar al mismo tiempo.
8. Extraño los atardeceres nublados por la proximidad del edificio del raquis.
9. Algo muy personal es que siempre me han gustado los estacionamientos y en el campus hay varios y los extraño bastante; son por lo regular lugares amplios y solitarios, a eso le atribuyo el hecho de queme gusten. Son perfectos para leer los entremeses.
10. Espalda, pies y cabeza adoloridos; corazón machacado cada vez que me di cuenta que me equivoqué; eso no ha cambiado tampoco pero ahora no estoy hablando de tiempos presentes; en retrospectiva ahora me parece hermoso.

13. DIOS SANTOOOOOOOOOOO!!! acabo de recordar: escuchar la XEHK en el radio de la señora que vendía dulces junto a los edificios de veterinaria. T_T Desayunar escuchando a los Hollies no es un lujo que todos puedan darse.
14. Valoro ahora el poder ir con la ropa casual; antes moría por tener que usar la bata. Poder usar el cabello al aire, chanclas, color en las uñas, en la cara, ropa escotada cuando el calor, abrigada hasta el cuello cuando el frio, todo sin sentirse tóxica.
15. El museo de anatomía.... una lástima que lo hayan cambiado al área nueva. Antes uno lo visitaba y era como entrar a la cocina de Darwin.
16. Las terrazas con internet del área fresa de odontología en sábado por la mañana-tarde: solitarias, amplias, con vista panorámica por si situación alta con respecto al nivel del resto del campus; rodeado de palmeras, viento en la cara; era simplemente imposible no sentarse a disfrutar un jugo de uva y un par de cigarros.
17. El edificio principal de enfermería siempre tuvo una doble cara para mí:cuando había una luz diurna plena siempre me pareció del ambiente de una secundaria mexicana: lleno de gritos, gente desayunando por aquí, por acá, uniformados por todos lados; por la tarde era otro rollo: solitaria, parecían edificios cansados los que me rodeaban, como si quisieran sangrar por la intensa actividad que soportaban durante el día; la vista que esa área tenía del hospital siempre fue y será mu favorita; es una vista desde un punto más bajo que el nivel del hospital, por lo que se ve más imponente de lo que de por si es.
Me da mucha nostalgia hablar de esto pero desde hace días que siento la necesidad de hacerlo a fin de no olvidarlo en el futuro. Y me pesa decirlo pero siento que no aproveché muchas oportunidades de pasar experiencias de índole espiritual por concentrar mi atención en mi mundo intelectual.