Groovy week. Hell yeah!

Esta semana me ha llevado por tantos caminos mentales que no puedo centrar este post en un solo tema, sin embargo me es necesario redactarlo porque no quiero que este momento y lo que he aprendido se vaya con el olvido. Vergggas! Es demasiado!

Cada comportamiento humano que he observado a lo largo de mi vida siempre ha tenido cabos sin atar que hacen que flaquee ante la posibilidad de tomarlo como vía, excepto una: la vida hippie.

No tiene nada rebatible, quizás es porque está llena de subjetividad o porque de verdad, y lo creo, es la manera natural, completa, y más placentera  de vivir.

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Sobre encajar en el sistema universitario, my god! No puedo creer que una parte de mi anhela educar  mi cerebro para servir a… una sociedad basura. Pero tiene que ver más con el hecho de hacerlo, inherente a mí. Tengo el complejo de comerme el mundo, y parte de él es jugar todos los papeles que se pueda antes de morir, y este es uno de ellos, ganar el premio Julio César.
Son cuadrados los objetivos de la universidad, es como educar a la bestia que vino a ser feliz a este terreno que es la vida; ¿y todo para qué? En realidad para nada.

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El poder de la juventud y su belleza; hermosos ojos, hermosa boca, hermosa personalidad, hipnotizante, no es perecedera de la que hablo, no la que se limita con las reglas capitalistas, sino la pura, la real. Mueve cuerpos físicos y mentales, nunca paraliza.

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Y sobre el manejo de las relaciones humanas, nunca se acaba la tutoría, sin embargo, uno tiene que  establecer un patrón a fin de sentirse seguro, mínimamente pues.
Asi va la cosa. Chicos, no tomárselos tan en serio, ya me lo había dicho una puta una vez, pero tuvo que decírmelo mi padre para que tuviera efecto en mí. Y es cierto, sobre todo a esta edad (20’s), no se puede esperar más que los dos la caguen y la verdad que flojera es estar lidiando con la personalidad propia con respecto a la de alguien más. Excepciones como todo, si, ya, ciao.

Llevar una vida con tantos humanos todos los días, entre muchas cosas, siempre te mantiene al filo de una decisión: o actúas como mejor convenga o como actúas como tu personalidad manda. O sea, o manejas las situaciones con un previo plan para que al final todo vaya afín con lo que quieres, o te arriesgas a decirle a medio mundo cotidiano que te tienen hasta la madre y que quieres tu espacio (aunque no puedas tener más de 2m2 para ti) y tu tiempo solo (…por más de 10minutos) y que la gente hipersensible (que abunda en el medio) deje de hablarte (como si los necesitaras) y ayudarte cuando estés ahogándote en la fuente de la escuela.

Creo que la desición no es tán difícil si aplicamos la regla que un amigo me dijo hace unos meses: “Buscar lo mejor para los dos (la persona en cuestión y tú)”, sobre todo si son tus amigos.

Micha y micha

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Sobre la definición de una personalidad, lo que se deja al menos, algunos puntos:  yo se lo que soy, y eso lo hace mas facil para los demás.

 Y sobre el mantener una postura, sobre todo cuando los demás van hacia el otro lado, he notado que aunque uno esté en el mismo infierno, tiende a enmarcarlo como lo mejor de lo mejor; si es bueno, es porque la humanidad es buena por naturaleza y es como debería llevarse cada vida porque tu vida no podría estar situada en otro lugar, claro! Si eres tú; si es malo, lo obscuro tiene su encanto, es la rebeldía misma, y la rebeldía nos ha llvado hasta dónde estamos, hablando por la humanidad entera, claro. EN mi caso por ejemplo, si soy lo que menos se ve en este mundo, yo tiendo a pensar que es efecto de una gloriosa casualidad de factores que se encontraron para hacer lo que soy, mis genes, mis primeros años de vida, el padre liberal que me educó, esas noches de adolescencia en mi cuarto solo pensando, y derivados.

Esta deducción  me da idea para escribir otro post. JOJJJOJOJO

Estas semanas últimas, probé el lado contrario de unas de las características que definen a los humanos, no diré cuál es porque es realmente estúpido, y ya. El punto es que la probé para decidir si la elegía en lugar de lo que llevaba hacía años ya. Con esto solo quiero dejar documentado que alguien lo hizo y que no, no me gustó. Sin embargo, en el camino encontré una variante que me convenció y que había estado evadiendo por años, asi que la conclusión acerca de esto es que a veces evadir probar lo que pareciera que no nos convencerá puede hacernos perder tiempo de calidad.

Y para finalizar, porque ya es un poco tarde y tengo un dia de cumplimientos sociales que llenar además de una muestra de talento de mi hermano y se genialidad histriónica, una frase que es muy común pero que aprecio bastante: la juventud pasa, la inmadurez se supera, la ignorancia se cura con la educación y la embriaguez con sobriedad, pero la estupidez dura para siempre.