lunes, 31 de octubre de 2011

Nada es lo que parece


“Nada es lo que parece”, dice el dicho popular, mejor recordado por la generación de los nacidos en los noventas de la voz de  Adal Ramones. Y hasta en esto la interpretación de las ideas sufre de paralelismo, por no decir monotonía. Es sobre esto, el autoengaño, de lo que quiero hablarles.
La humanidad siempre ha adolecido de infelicidad pero, en lo personal, creo que ahora está en su auge y la gran causa de esto es el autoengaño que practicamos todos los días, unos más que otros, unos menos que otros. Y la problemática de esto no es solamente que las personas no sean individualmente felices, sino que embaucan a todo aquel que lo rodea y que tiene mente propensa de influencia, su descendencia, los vecinos, la gente que los toma como modelos funestos.

El autoengaño es la manera más fácil de morir de a poco y sin darse cuenta;  en mi cabeza, desfalca y por mucho, en el nombre de la muerte silenciosa a la patología de la hipertensión.
Se puede ver todos los días, personas que no saben lo que le gusta, que viven imaginando que lo saben, siguen modelos estereotipados de lo que deben ser, usar, decir, pensar, ser…al fin de cuentas. Gente ocupando puestos, papeles, lugares que no quieren, que ni siquiera ejercen bien.  Y esto los lleva a preguntarse todas las noches en la cama: “¿por qué no soy feliz?, si hago todo lo que quiero”. La humanidad no sabe diferenciar entre lo que desea su ente y lo que la minoría le ha dictaminado desear junto con todo el rebaño.
¿Jamás nadie ha notado lo estúpido que es  la idea de que a todos les guste hacer lo mismo en fin de semana? Que todos usen el mismo estilo de ropa? Pelo? que todos gasten su dinero en cosas materiales que no tienen más utilidad que aparentar una belleza gastada? POR AMOR DE DIOS! ¿no se sienten asquerosos por ser alguien como el de al lado? ¿no sienten que están ofendiendo a su unicidad?
Y como no querer seguir asi! Es tan fácil y tan cómodo (características cardinales en las actividades de este grupo de personas) y es tan poco probable que uno sufra ya que uno solo hace lo que los demás, así nunca hay riesgo, no hay motivos para que nadie volteé a verte, señale, discrimine, rechace. Y es aún más fácil dejarse llevar cuando no hubo nadie en tu crecimiento que no lo hiciera, nadie que te llevara de la mano por el éxtasis de ser quien eres, cuando no hubo nadie que te respaldara en los primeros años cuando más protección necesitabas de las garras de la intolerancia.
No digo que se trate de evadir la influencia social, digo que escuchemos a nuestros deseos más puros y nos dejemos llevar por ellos.
Una vez alguien me dijo que todos llevábamos gigantes escondidos en lo más recóndito de nuestros seres, escondidos tras el miedo de ser quien somos, y que cuando por fin dejáramos salir a ese gigante, nada ni nadie iba a poder detenernos jamás.
Es una lástima que gran parte de la humanidad se dé  cuenta de su error en el lecho de muerte, cuando ya no hay oportunidad de corregir el error.

Sociedad capitalista, antítesis de humanidad


Sociedad capitalista, antítesis de humanidad.
¿A dónde piensan llevar esta falacia? Para ventaja de algunos, la incoherencia es cada vez mayor, ¿cómo es siquiera que alguien concibió que un sistema como el que todo el mundo lleva estos días iba a encajar con el comportamiento humano? Cada vez más gente es infeliz, y ¡¿cómo no?! Cada vez están más separados de lo que más les gusta; la gente se pasa el  tiempo de su vida trabajando en empresas que no encajan con las ambiciones personales. Son empresas de nadie. Cada vez educan peor a la descendencia, cada vez comen peor, cada vez buscan placeres más extremistas, y malo que no lo hicieran; cada vez hay más gente joven reclutada para esto, la nada, LA NADA ABSOLUTA!
La gente vive más triste, siente que algo anda mal, pero no sabe qué, porque no se  detienen a pensarlo, porque nadie les dijo que tenían libertad de hacerlo. Todos temen a quien no deben. Y por si fuera poco, contribuyen a que prevalezca el desequilibrio tachando de locos, peste, ovejas negras a quienes no sigues sus miserables vidas.
Quizás algunos de los que leen este post dirán: “¿Pero  qué quieres loca? ¿Que todos andemos descontrolados y haciendo lo que nos venga en gana?” Claro!! Esa es la mentira que les han puesto en la cabeza a todos, ¿creen que si la libertad viene a ustedes, lo primero que querrán hacer  es matar a alguien? ¿Violar? Y aun si fuera así, ¿no ocurre ya? Y ¿no lo detendrían si pasara?
¿No se dan cuenta de que solo van a vivir una sola vez? Esta masa de materia que son ahora, es una coincidencia, una afortunada coincidencia, no son seres especiales, no hay una segunda oportunidad, dejen de creer eso, o es más, dejen de creer en algo con respecto a su existencia posterior, la verdad es que nadie está seguro de nada, ¡NADA! Se echan a perder la vida y hacen más difícil la de otros.
¿Qué no ven que son mayoría los infelices? ¿Nunca han visto la cara de las personas mientras van en el trayecto a su trabajo? ¡Son millones! ¡Millones! Y les lavan el coco diciendo que somos uno: méxico. ¿Por qué se sienten identificados con quienes les lastima más? Una vez alguien me dijo: “Un dios no te puso en un lugar para que ondearas la bandera, el universo te soltó aquí para que tragaras lo que pudieras”.
Así que tráguense el universo, es lo único a lo que vienen.



The best enemy


Miedo. Enseñado de muy distintas maneras a cada uno de nosotros, enfrentado de muchas formas también. Nuestro mejor aliado ante la muerte, nuestro peor enemigo en las glorias. 
Pocos salen victoriosos a su encuentro, pero es un privilegio humano que enfile en nuestro día con día.
Al hablar todos parecen saber la solución, la mejor manera de confrontarlo, y sin embargo hay tantas almas perdidas en él, almas que se quedaron varadas en el lugar más seguro, dónde nada ni nadie podría ya lastimarlos. Dónde la verdad ya no los toca.
Es el enemigo perfecto, se aísla en lo más hondo de nuestro ser, dónde no lo podemos ver y forma parte de las decisiones que tomamos, desde dónde influye sin pista alguna. Y luego fallamos, y no sabemos porqué, tenemos miedo de nuevo, esta vez de ver hacia adentro de nosotros, porque sabemos la carrera que hemos hecho; y después, negamos rotundamente que hemos fallado, es el miedo de caer; y no corregimos por él de nuevo, sería aceptar que no sabemos nada; una victoria más  para el enemigo de enemigos. El perfecto modelo de un asesino. Bello, imperecedero, disfrazado de sabiduría.
Y como todo en este universo, no hay mejor solución que el punto medio, no podemos vivir con él peor tampoco sin él.
Una vez alguien me dijo que la mayoría de los problemas de los humanos radicaba en que solucionábamos los problemas del corazón pensando, y los problemas intelectuales con el corazón. Hace falta más atención, meditación, algo que pocos valoran y tachan de actividad improductiva.  

sábado, 22 de octubre de 2011

Bitácora Médico Pre-grado día X, October 22, 2011

Todo se acaba. Algo inicia.

Decir la verdad... botar de nuestras vidas a quien se merece, filtrar lo que nos gusta de lo que pareciera que nos gusta; descansar de las personas ruidosas; extrañar aun en cercanía a quienes tienen el mérito; ser botado por quienes adoramos más; obedecer el llamado biológico en el baño, en la cocina, en la cama dos veces; entender nuevas mentes, las que más amamos; ayudar a quienes lo necesitan y merecen la pena; cerrar ciclos después de seis años y aprender de los errores, que por muy trillado se escuche, es lo más dificil del planeta.

Esa fue mi semana, and i'm tired.