Como que ya me estoy cansando de tener que hacerme reanimación neuronal con café, con canciones llenas de furia o melancolía; ¿será posible que la mayor parte de la vida humana tenga que irse con aburrimiento?; quizás erróneamente he pensado lo contrario toda mi vida, y a estas alturas pesa mucho.
Apenas hace unas horas caí en cuenta, creo que pongo demasiada presión sobre ese aspecto en mí, así que desde esa hora pasada, he decidido que no lo haré más, aunque la pregunta, como siempre, me asalta: ¿cuál es el punto intermedio entre no dejarse atiborrar por la ambición y quedarse petrificado en la escena?
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